Asumo que las líneas que siguen no van a dejar contento a ningún tipo de lector que tenga tomada una posición ante el tema Malvi/klands (si es que no tiene mucha disposición a escuchar visiones diferenciadas): a los Isleños (a los que lean español, al menos), porque les parecerá 'indignante' poner en cuestión sus derechos a su adhesión voluntaria a quienes les venga en gana. Y a los Argentinos, porque sentirán como cuestionamiento el que no asuma ciegamente a las Islas como 'argentinas'.
Los más talibanes incluso graznan cosas como 'traidor a la patria', y otras onomatopeyas pintorescas, que hablan más de sí mismos que de quien quieren adjetivar. Hay una excepción a esta última regla; aquellos que estuvieron cerca de los eventos del '82. en estos casos preveo una alta emocionalidad, mezclada con un cierto derecho a opinar con conocimiento de causa. Pero en cualquiera de los casos no deja de ser un 'piña-va-piña-viene' retóricamente divertido. Provisto el disclaimer, a los bifes:
QUE REFLEXIONO:
Esta geografía que veo aquí, la urbana o la humana, poco y nada tienen que ver con la Argentina. La verdad, desnuda, es ésa. Aquí vive una población (inesperadamente) diversa, de base inglesa es cierto, pero salpimentada con gente de muchos otros lugares, chilenos, filipinos, peruanos, etc.
Por un lado, es cierto que hubo un 'pecado original' (el 'despojo' de 1833) -argumentado por una de las partes- y sobre el cual se han hecho reclamos cíclicamente en los últimos 180 años. Por otro lado también es cierto que los actuales ocupantes llevan ese período de tiempo de poblamiento y desarrollo de las Islas, versus los ni siquiera 20 años que duró el asentamiento argentino. Lo supera en 10 veces.
Y lo cierto es que hoy, ahí, vive gente. Esto no se puede tomar a la ligera, guste o no.
Las dos partes pecan de tonta ingenuidad: una, porque asume que su pecado de 1833 'prescribe' con el tiempo, y que se saldrá con la suya sin más, dejando con las manos vacías a la otra parte. Craso error. Si no accede a a alguna alternativa de compromiso que ayude a calmar las pretensiones de la orilla de enfrente, ésto tendrá siglos de duración por adelante; las diferencias entre Francia y Alemania por Alsace y Lorraine son testigos históricos de eso.
La otra parte es ingenua al creer que con 'un reclamo periódico' basta, y más aún cuando cometió el grandísimo error que cometió en el '82: muy fácilmente se puede afirmar que los militares 'las perdieron', aunque tampoco hay que ser tan concluyentes. El tema es que, más pasa el tiempo, y más se consolida el status quo. Fue la Generación del '80 la que inició el proceso de reclamo en 1884 (y contraintuitivamente a lo que la progresía criolla creería...). Pero para eso habían pasado 50 años, ya.
La situación, tal como hoy está, no es sostenible sino solamente a través de la precariedad que establece el uso o amenaza de la fuerza, que es ya por definición algo precario e insostenible. Algo malísimo para los Isleños, porque les significa algo así como vivir en un estado de examen pre-proctológico a perpetuidad, con perdón de la imagen.
Es cierto que la población estable son pocas personas (unas 2,000 en la ciudad, más otras 1,000 en el campo) si alguien otorgase validez o no a los argumentos cruzados en base al número de personas que lo sustentan, lo que no deja de ser un argumento opinable. La mayoría, a simple vista, tiene origen étnico anglo. Sus procederes, sus formas de vestir, hablar y actuar me remitían mucho más fuertemente a mis días londinenses que a mis días porteños: 180 años y varias generaciones de locales no dejan de colocar una impronta en el lugar, amén de la íntima conexión con la 'Metrópoli'. Soy plenamente consciente que mucho de lo que reporto con la mayor asepsia intelectual posible resulta aún así incómodo para el argentino promedio, por el conjunto de convicciones que tiene sobre la cuestión Malvi/klands. Pero no siento haber venido a refregarle nacionalismos a nadie, lejos de eso y menos en el lugar en el que viven desde que nacieron, sino a ver, vivir y sentir el aire que se respira en este lugar. Y plasmarlo en la pluma (electrónica). En este lugar las casa son inglesas: predominantemente en madera, con una puerta que se abre hacia afuera y da paso hacia un 'porche', o antesala de recepción. todas alfombradas, y llenas de cuadros, sillones, muebles y almohadones. Con las típicas bay windows británicas. Son todas casas, no hay edificios de más de 2 pisos, cuyos únicos exponentes son el hospital y la escuela secundaria. Los comercios tienen el tipo inglés, incluyendo detalles nimios como que toda la cartelería (desde horarios de atención, hasta los prohibido fumar, hasta los 'no se cobran servicios', etc) es plastificada, lo que le da un aspecto de sencilla prolijidad. Era un detalle muy común allá en Londres, pero que me era desapercibido por la familiaridad. Los lugares públicos (pubs y bares) son del tipo inglés. Las marcas que encontré en el supermercado son las que adquiría durante mi estada en Londres. La Catedral tiene un indisimulable estilo similar al de cualquier pueblito de las Islas Británicas, hecha en piedra (como la Anglicana que está en Avenida Crámer). Los jardines de las casas son los jardines típicamente ingleses, que con variedad de plantas flores y piedras, se diferencian de los 'ligustri-formes" jardines franceses. La poca arquitectura que no está hecha en madera está hecha en los ladrillos amarilloides tan típicos de las calles londinenses, y sus chimeneas son las de la era Victoriana, esas que tienen al tubo metálico emergiendo de un 'cuello' de ladrillo que evita que se vuelen. Ondean muchas banderas oficiales de Malvi/klands en las calles, así como en los bares cuelgan ristras de banderitas inglesas, y así como bastantes jeeps del lugar llevan ondeando otras tantas. Hay dos razones para eso ya que, según conversé, no se veía hace un año de forma tan acentuada: una es que la semana pasada fue el Remembrance Day, una Jornada Anual en las que los veteranos británicos de todas las guerras recuerdan a sus caídos, en todo el mundo. Y por la que reciben visitas de veteranos y sus familias (los pocos hoteles de la ciudad estallaban de pasajeros), Además que alguna que otra visita oficial, en nombre de 'la Corona'. La otra razón es la antipatía y el recelo que resurgieron para con la Argentina ante la retórica más activamente pro-recuperación que sostiene el gobierno de Cristina, lo que reaviva temores entre los isleños, que se refugian de sus inquietudes bajo su sentido de pertenencia a la herencia cultural británica. No se los puede culpar de no haberse sentido sometidos por una fuerza bélica que con poca sensibilidad intercultural los sujetó a un cambio de vida instantáneo y a la que veían aisladamente entrar en sus casas, romper muebles y mear en sus livings, al leer el diario de un tal John Smith (sic) que se había refugiado en un búnker con familia y vecinos durante los días de la batalla final por la ciudad (puede caber otra sensación, ante esas imágenes, que un profundo deseo porque se vayan? O de que, ante lo que se ve como 'barbarie', lleguen lo antes posible las 'fuerzas civilizadoras'? Es muy complicado reflexionarlo, como argentino). Resalto el adverbio 'aisladamente' porque, a pesar de esas viñetas, el trato en general de los militares argentinos para con los isleños es recordado en general como 'respetuoso' y no se sabe de 'abusos' que se hayan cometido. Se los vio más vale como inexpertos y torpes. La población del lugar vio la llegada de las tropas británicas como su 'liberación' y la ayudó activamente, con víveres, refugio y transporte.
En resúmen...esto se ve, actúa y vive como una pequeña villa costera de Inglaterra, más allá de sus peculiaridades (o sería más correcto decir "Scandinavian fjörd small coastal town meets Britannia" ... algo así como "una cruza de un pueblito costero de los fiordos escandinavos con uno de las Islas Británicas"). No hay con qué darle. Es lo que se ve, y lo que se percibe. La postal, hoy, es la de un lugar que, definitivamente, no es Latinoamérica, mucho más allá de los vocablos que dejaron los gauchos, y de algunos inmigrantes actuales.
Parece realmente inverosímil que hasta 1982 y tras 150 años de convivencia hubiese un intercambio mucho más activo y cotidiano entre Argentina y las Islas, especialmente desde el Tratado de 1974 firmado entre Argentina y el Reino Unido, con el que YPF y LADE estaban establecidas allá, y existía un nutrido grupo de familias argentinas establecidas allá. Maestros de allá que enseñaban acá, y viceversa. Estudiantes que estudiaban un semestre en el otro lado. Productos argentinos en las góndolas. Médicos y enfermeros de intercambio. Retomando el caso de YPF, hay dos enormes reservorios aún visibles al otro lado del canal sobre el que se asienta Stanley/Pto Argentino, ya sin uso ni logos desde los días de la guerra. El predio, también, de lo que fue una enorme estación de servicio de YPF (me la imagino al estilo de las grandes ésas del ACA) que suplía a los habitantes de las Islas, y por lo que adiviné de sus 'ruinas', con un shop e instalaciones. Intercambios logísticos, comerciales, culturales, científicos. Gente que estudiaba en nuestro país y viceversa. Gran Bretaña había comenzado a desinteresarse y ofreció soberanía compartida ("dos banderas") o 'lease back' (un pacto por el que se le transfería la soberanía a la Argentina por 99 años, pero renovable, como se hace en general con la tierra en el Reino). Cualquiera de las dos opciones ponía nerviosos a los Isleños porque significaba transferencia de soberanía a la Argentina, y por lo tanto comportaba un cambio de vida. Los isleños repudiaron en su momento al Ministro Inglés que llevaba estas políticas adelante. Y sin embargo los militares argentinos no accedieron; quisieron todo. La guerra hizo retroceder todo 100 años. Y en la medida en que el approach sea el hostil, de cualquiera de ambos lados, esta situación de "proximidad en actitud de mutua ignorancia' va a seguir sosteniéndose. Una lástima. A veces se siente como que la lógica de pensamiento con la que nos tomamos este tema no difiere demasiado de aquella con la que nos tomamos un partido de fútbol: razonamientos desde un fanatismo desinformado, en lugar de un análisis que conlleve cierto detenimiento.
Cuál es el futuro de todo ésto? ......Bueno, como diría Bob Dylan: "...the answer my friend / is blowing in the wind...". Yo tengo mis propias ideas, que no son ni el blanco ni el negro que el razonamiento al que estamos acostumbrados espera...tiene muchos matices intermedios pero que sin embargo no estoy convencido de que en general se esté muy maduro en este tema como para escucharlo. Lo compartiré en diálogos reflexivos, con quienes ofrezcan garantías de darse a conversar con una cabeza abierta.