lunes, 19 de noviembre de 2012

Malvi/klands. Día 3



Hoy ha sido un largo día. El primero de excursiones. Con Sebastián Socodo, el guía argentino casado con una (originalmente) isleña, pusimos  proa de camioneta a Volunteer Point, una parte de la isla en la que se encuentra una de las pinguineras accesibles mas grandes del mundo, y en la que conviven  3 especies diferentes. El camino hacia allá, unos 80 km en mas de 2 hs, fue por el paisaje típico de la isla: ripio, montes bajos de piedra y maleza ocre. Mucha maleza ocre. Así llegamos,  tras sortear una media docena de tranqueras (hay que atravesar muchos campos privados) y un verdadero trekking en auto, a las colonias de pingüinos...los primeros que jamás vi 'en vivo', en una planicie amplia, elevada, que daba a un mar azul turquesa. Aunque el viento frío que hizo en todo momento limitaba en algo la actividad, en el lugar pude disfrutar de ver convivir con estos pinguinos a ovejas, patos, gansos y gaviotas. Aproveché para sacar muchas fotos, en lo que hasta ese momento había sido una secuencia de turismo 'Camel Trophy', seguido de turismo 'nature  watching' (aunque con frecuencia ambos van de la mano).
En las extensas charlas de ida y de vuelta pude saber, por caso, datos adicionales de la otrora sana convivencia de argentinos y  Malviklanders: en el lenguaje, el uso de los 'chei' (mismo uso que el 'che' nuestro, que aparentemente se escribe 'chai') y el 'pasou-librei', esas entradas a campos que con rieles se hacen un piso acanalado para que no se escapen los animales. Camino de vuelta a Stanley/PtoArg nos detuvimos en una mini-llanura (entre los montes circundantes a la ciudad y en los que tuvieron lugar los combates previos a la rendición argentina) los restos de 2 helicópteros argentinos (de los grandes, de esos que son como un tubo con una helice en cada punta) abatidos, destrozados en el suelo, por una incursión de la aviación inglesa. "Es por entre estos montes  -me relataba Sebastián- por donde los británicos hicieron el avance final sobre la ciudad: el Longdon, el Harriet, el Two Sisters, el Wall Mountain, el Williams. Tenían en sus visores nocturnos infrarrojos una ventaja fundamental. Con ellos, veían los rudimentarios lentes de los soldados argentinos, prácticamente como si fuesen pantallas reflectantes.          Los soldados argentinos, en cambio, no podían verlos de noche a sus enemigos. Por lo que la táctica fue tirar bombas y mandar aviones de lejos durante el día, pero avanzar de a pie durante la noche, donde era una desigual batalla cuerpo a cuerpo, bayoneta a bayoneta, él o vos, entre ciegos y videntes". Y prosiguió: la diferencia era tan notoria, soldados profesionales y equipados, contra adolescentes  mal vestidos, mal dormidos y mal comidos (a los que sus propios jefes, si robaban un poco de comida, los ataban desnudos y boca abajo en castigo por varios días) que el fin de la guerra se fue dando con un progresivo arrinconamiento de los soldados argentinos por parte de los británicos, donde no los mataban por compasión, sino que los iban arriando para juntarlos a todos, desarmarlos y declararlos prisioneros de guerra". La historia es demoledora. Tras dejar los montes (que haremos entre mañana y pasado) y los helicópteros atrás, seguimos para el Pembroke, un faro que fue el primero que se apagó en ocasión de la llegada de las fuerzas argentinas en el '82, para desorientarlos. Subimos hasta el tope, ya que no está en funcionamiento. De vuelta ya en el hotel, una interesante conversación con Alex, originalmente chileno pero nacionalizado Malviklander (ha vivido aquí 22 de sus 42 años) que la gente de la isla quiere su autodeterminación, que nada tienen que ver con Argentina, con sus tradiciones y su modo de vida....pero tampoco con Inglaterra, de quienes se consideran independientes desde todo punto de vista, excepto en el "tutelaje para preservar el derecho de autodeterminación". Y que el referendum será arrollador. Cuando le dije que políticamente toda esta dinámica debía seguir pero que económicamente era ridículo no tener intercambio comercial con Argentina me respondió que era mejor así porque de esta manera se evitaba caer en cualquier tipo de potencial dependencia de Argentina....y que "la Sra K hizo mucho daño a la relación. Por años hemos atendido a veteranos que venían aquí a reflexionar sobre lo ocurrido, a reencontrarse. Desde ella y su retórica, les han cambiado el discurso, usan parches con el "Volveremos", hay mas agresividad....". 
Me quedé pensando. Había tenido mucha información durante el día. Manic Monday. Y mañana arrancaba el Día 4: el primero de los que traía consigo visitas a los escenarios de las batallas. Mañana iba a ser fuerte. Especialmante despues de haber conversado las historias del avance sobre la ciudad, y la vulnerabilidad de los soldados argentinos, a merced de la piedad de los británicos.
Mucho para un solo día. Al,acostarme, me sacudí un pingüino de un bolsillo ("pinguino polizón") y me dormí.

2 comentarios:

  1. Gran relato, amigo! Espero ver las fotos aunque no es nada dificil imaginar lo que has contado.El marido de mi vieja peleó en Malvinas , así que le quiero mostrar alguna de las fotos tuyas.

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